Hace algo más de 20 años volvíamos con mi mujer de un viaje en moto que habíamos hecho por la serranía de Cuenca. Nos cogió de lleno -era Semana Santa- un bajón de temperaturas histórico y al pasar por Cervera paramos en el único hotel que permanecía abierto. Si afuera soplaba una ventisca siberiana, dentro de la habitación estábamos a 0 grados porque la calefacción central del hotel estaba averiada. Dormimos con todo puesto.
Siempre nos acordamos de aquel viaje cuando, en alguna
ocasión, pasamos delante del hotel que está que se cae.
La moto era una BMW GS 650 monocilíndrica de las primeras
rojillas y, aunque íbamos bastante bien equipados con Barbours y
pantalones de piel, el frío, sobre todo en las manos y en las piernas, era
insoportable.
De vez en cuando me pongo aquellos estrechos y viejos
pantalones Garibaldi porque me gusta el tacto suave de la piel más que el rudo
y masificado tejido de cordura. Bueno, me los pongo como puedo -y eso que están
ensanchados- porque la vida seguirá igual pero nosotros no.
En mi armario motorero tengo diversas prendas y hasta
artilugios para mitigar el calor pero sobre todo el frío. Guardo unos
auténticos guantes de piel, piel, de caña larga que están como nuevos y eso que
tienen casi 40 años. La gracia es que llevan un bolsillito donde se alojan
unos sobreguantes de nylon por si llueve. Tendré una docena de guantes de
moto realizados con diversos materiales, kevlar, Thinsulate, Gorotex, gel, piel
y forro polar, y un par de eléctricos Klan y Tucano.
Por supuesto, varias cazadoras de moto de todo tipo, de piel
de vaca (más fresca que la de cordero para el verano), de piel de cordero, de
nylon perforado, hasta chalecos ligeros de piel con protecciones. Y claro,
pantalones tejanos de Kevlar con refuerzos y protecciones, de cordura y de
piel.
También dispongo de sobrepantalones Tucano, medias de lana y
nylon (las compré en una tienda de motos en Londres ni te digo el año)
para llevar superpuestas en cada pierna. Y unas polainas de jinete compradas en
Decathlon que van de cine abrochadas encima de los zapatos.
¿Qué guantes son los mejores para el frío? Mmm…ninguno. Porque
hasta los mejores se acaban enfriando si hace rasca de verdad al cabo de…¿20
minutos? ¿40 minutos?…
Los eléctricos van bien si el recorrido no es muy largo sino …hasta que se gasta la pila y los enchufados en la moto los he dejado de usar por la maraña de cables que se necesitan. Los puños eléctricos calientan mucho la parte interior de la mano, pero no la exterior.
Lo más práctico, lo que no falla nunca para no tener frío en las manos son …las manoplas de los antiguos carteros forradas de lanilla. Esas que lleva casi todo el mundo en Madrid. Incluso con un guante no muy grueso, tus manos siempre van bastante calientes. ¿Que son feas y antiestéticas? Chico, no se puede tener todo en el mundo.
Yo almaceno un par de ellas y otra artesanal que me fabriqué
más liviana con cierre por velcros que la fijo metiendo dentro los
paramanos que van en el manillar.
STOP AL FRÍO EN LAS PIERNAS
Me llegó un paquete no muy grande. Como el de una bolsa con
un jersey dentro. Cuando lo abrí extraje una pieza amplia y de corte irregular
y al primer golpe de vista me pareció similar al sobrepantalón que
tengo. Lo dejé en un sillón y me fui a dormir.
A la mañana siguiente me dispuse a probarlo, en realidad, la mía es de confección muy básica con algunos velcros
cosidos y ya está. Ésta era mucho más elaborada, con mejores y finos acabados.
Lo que me llamó la atención fueron varias cremalleras de waterproof que aparecían ocultas -realmente no se veían- y una lengüeta que hacía de cierre bajo “las partes nobles”. (En la Tucano, con la prenda puesta, llevas parte del culo al aire).
Las dos perneras son desmontables y se pueden guardar por
separado en unos grandes bolsillos cosidos al forro, pero creo que es más
práctico guardar el pantalón completo sin desmontarlo porque la cremallera que
une las dos partes es pequeña y algo engorrosa de manipular. No vale la pena
separarlos.
También tiene adheridos debajo de los bolsillos, otros a la
altura de las rodillas donde se colocan unos protectores homologados que me
enviaron, aunque estos se pagan aparte.
La primera vez que te lo pones y unes las
partes rodeando tus piernas y cintura hasta que le cojes el truco pueden
pasar varios minutos. A la cuarta, con uno y algo más basta. Y esto es así
porque este sobrepantalón, bien abrochado y ajustado, en realidad queda como un
guante y a diferencia del Tucano no entra el aire por ningún lado. Esto es muy
importante porque cuando el frío es notable resulta desagradable descubrir
resquicios debido a un diseño demasiado básico. Llevándolo en mi Burgman, con
las piernas al aire este inconveniente se notaba más.
Tengo que decir que la unidad que probé me venía algo
pequeña encima del pantalón de piel y del otro de pana por lo que intuyo que lo
suyo es pedir una talla más. También la he probado sobre un chándal y, como
digo, sobre mis pantalones de piel.
! Cuánto me he acordado de aquel viaje de Cuenca y del frío
que pasamos!. Y me he acordado porque si encima de nuestros pantalones de piel
hubiéramos llevado este sobrepantalón otro gallo nos hubiera cantado. Porque lo
hubiéramos tenido todo.
La protección del pantalón y el calor extra que
proporciona esta pieza supletoria creo que son una unión perfecta para afrontar
cualquier viaje.
La mañana que salí con el pantalón de pana debajo guardé en
el bolsillo un termómetro que incorpora medidor de la humedad del aire. Fue una
excursión-paseo por bonitas carreteras cercanas a la montaña del Montseny. La
temperatura exterior rondaba entre los 7 y 9 grados, con un 59 de humedad,
mientras mi pantalón marcaba una temperatura muy confortable de 24,6 y 32% de
humedad relativa.
Vale, por sí solo y debido que éste cobbers está confeccionado en poliéster aunque con membrana de alta impermeabilidad (forro y capa exterior con tratamiento DWR) y aunque lleva protector de rodilla no tiene las propiedades anti desgarro del material de cordura. En realidad, su uso es el de proteger del frío en los desplazamientos ciudadanos o cercanos a la ciudad especialmente en zonas muy frías de nuestra geografía descartando veleidades deportivas.
Pero es que ocurre una cosa ,… es que lo llevas tan bien
puesto -desde luego a mí me queda mejor que mis pantalones de moto-moto- y vas
tan a gusto calentito que yo le veo otros usos: ¿Por qué quitártelos si te has
desplazado de tu casa a la fría nave industrial donde trabajas en…el país Vasco
o…en Aranda de Ebro, por ejemplo.?
Mmm….cuando salgamos de esta estación invernal y se abra la primavera
y me plantee alguna salida en moto, creo que me pondré mis pantalones de piel y
si se pone tonto el tiempo no dudes de que me pararé y me colocaré estos
sobrepantalones. Es como llevar unos de agua, pero estos, además, calientan.
La parte mejorable es que quizás las pestañas de las
cremalleras podían ser algo mayores (quedan muy escondidas) y
suprimir la que cierra la zona pélvica (me costaba llegar al final pero ya digo
que podría ser debido a que me venía un poco justito). También el protector de
rodilla podía ser algo más grande porque es fácil que se descoloque esa parte
del centro de la rodilla. Pesa 700 gramos con las rodilleras, ocupa poco
espacio guardado y se hace en varias tallas, desde la XS a la XL.
Sus precios son de 135€, 142€ con protecciones y 172 hecho a
medida. Iva incluido.
Si os interesa podéis dirigiros a COBBERS.ES
Te agradezco tus comentarios.
Gracias José María, una vez más ayudando con buenos consejos y sugerencias, tomo buena nota de esta prenda.
ResponderEliminarSaludos a todos y desearos Felices Fiestas y un Mejor Año Nuevo y más motero.
Pues deberé de probarlo por q siempre voy con los pantalones de invierno de kevlar q siempre me ocupan un montón!!! Buen post!!!
ResponderEliminarHola Jose Maria y amigos/as del blog.
ResponderEliminarTu siempre aportando sabiduria y experiéncia.
Yo utilizo unos Takeaway de Tucano Urbano, y és un inventazo.
Los llevo siempre en el topcase en entretiempo e invierno.
Salgo con ellos puestos y cuando sube la temperatura los guardo, o viceversa.
Llevas razón en lo de que no són herméticos y entra algo de aire si no te los pones bien. Pero por el precio que tienen no les puedes pedir mas.
Los sobrepantalones son un gran invento superpráctico.
Y en lo del tema del frio en las manos, tambien estoy contigo. Manoplas. Igual de feas que de prácticas.
No entiendo porque la gente las rechaza tanto y prefiere sufrir frio en las manos. De verdad.
Esperando tu próximo artículo Jose Maria.
Xavi.
Buenos días a todos, yo me pongo con relativa facilidad el traje de agua Dainesse, y aguanto bastante el frío.
ResponderEliminarGracias Jose Maria una vez mas por este didáctico artículo. No me ha quedado clara la diferencia entre un pantalón de un mono de agua divisible, que es lo que yo uso contra el frio, y estos sobrepantalones.
ResponderEliminarComentar por mi parte que la próxima vez que compre una prenda similar, pondré especial atención en que tengas bolsillos, y en las cremalleras de ajuste que van desde casi las rodillas hasta los tobillos. Las de mis pantalones son muy finas, y hay que cerrarlas con mucho cuidado, porque porque "muerden" al pantalón y se atascan con mucha facilidad, lo cual me desespera a veces.
Coincido en que las manoplas, estética aparte (algo subjetivo), son el complemento casi perfecto para la lluvia y el frio en las manos. La sensación de los puños calefactables que han tenido mis motos, en general no me gusta. Parte interior de la mano caliente, pero palma fria, y en lluvia, te empapas igual.
Un saludo a toda la comunidad.
Buenas,
ResponderEliminarMe encanta como disfrutas de la moto, maestro.
Muy buenos consejos para ir equipado, y muy importante el tema aerodinámico, donde no da el viento se nota mucho, así que la instalación de deflectores es también básica, pienso.
Ciao.
Bon Nadal & Happy New Year!
Gracias por el artículo.
ResponderEliminarEn estos momentos con tanta información encuentro carencia de una información buena y contrastada.