VIEJOS SCOOTERS DE CARRERAS
Entre las motos que he tenido en mi vida, también ha habido unos cuantos scooters. Algunos de ellos los he disfrutado especialmente, como una Lambretta con la que corría rallys y subidas cronometradas en cuesta y que era muy competitiva respecto a sus eternas rivales, las Vespa, e incluso ante algunas motos "de verdad", y eso gracias a que se le podía cambiar fácilmente el pistón original de 150 c.c. por el de 200 c.c. que montaban las deportivas Bultaco Metralla de las primeras series. (Ver en este blog el capítulo 1º de "Mis queridos fantasmas. 2"). Eso ocurría en 1964.
Pilotos asiduos a la bandera de cuadros eran Gregorio Antón, Santiago Mostajo, Luis Moreno y Félix y Julián Constante, y estos últimos construyeron un auténtico "bólido”– así lo llamaban–, cuya base era una Lambretta. Llevaba ésta un cilindro y pistón de la Bultaco Matador S D de 250 c.c.
Las heinkel 175 quedaron decimas en la 24 horas de 1961
Julián me decía que si el “pepino” lo hubieran hecho ahora, lo primero que le habría puesto es un gran freno de disco y una horquilla actual de cualquier scooter, junto con unas ruedas de 13 pulgadas. Antonio Estivill era otro piloto que solía ganar carreras porque era bajito y pesaba poco... y era muy bueno.
Entre los pilotos vespistas, la auténtica competencia, destacaban, sobre todo, Jesús Cirera (Italovespa), Jordi Comacros y Ricci.
Cirera me contaba hace unos días que a aquellas Vespa de los años 60 que rodaban en plena época de los Beatles les aligeraban el cigüeñal y ampliaban la cilindrada de la 125 c.c. a 132 c.c. y la 150 c.c. la subían a 160 c.c. La verdad es que no daban para mucha más tolerancia. Pero sobre todo cambiaban la relación de cambio de una manera muy fácil: en las subidas cronometradas ponían una rueda de menos diámetro 300x10 para hacer subir las revoluciones rápido ,y en los circuitos, para lograr más velocidad, lo contrario: 350 x10. Las Vespa actuales siguen teniendo actualmente muchas competiciones para ellas.
LAMBRETTA BOLIDO
Los scooters solían mezclarse entre las motos en los rallys, e incluso durante dos años un par de scooters alemanes Heinkel de 175 4T participaron en las 24 Horas de Montjuïc 1960–1961, quedando, ¡decimos!, por delante de Montesa, Bultaco, Norton, BSA, Ducati, etc., en su primera aparición de 1960. ¡Yo lo vi!
Las Lambretta llevaban el motor centrado –acertaron el diseño, ya que prácticamente todos los scooters actuales copian aquella configuración de brazo oscilante y motor central– y no a un lado como las Vespa. Por ello eran más inestables –ha sido más que una leyenda urbana–, circulaban algo inclinadas por el peso del motor a un lado y por ese motivo solían desgastar los neumáticos irregularmente. Pero enamoraron a cientos de miles de usuarios.
También había en casa una Montesita scooter mini de 65 c.c., de cuatro tiempos y motor Laverda que era un auténtico juguete. Esto sucedía en 1964.
Unos pocos años más tarde le compré a Jordi Balart una preciosa y plateada Vespa 160 GS, y siempre se me ha quedado fijado el áurea de aquella moto que destilaba una mezcla de deportividad y elegancia. Aquellas formas suaves la hacían muy atractiva y diría que hasta sensual a la vista.
A Jordi, el dueño de seguramente el concesionario de Piaggio más importante de Cataluña, le tenía una admiración especial, como a mi padre, porque además de correr para Vespa en innumerables rallys, asistía a lomos de su scooter a muchísimas concentraciones Vespa de toda Europa y se hizo además en solitario un viaje a Rusia... ¿o dos?, encima de una de aquellas máquinas
Mi padre y mi madre también estuvieron en muchas con una Vespa 125 c.c. e incluso mi padre siguió un Giro de Italia con ese scooter.
Yo capeando unas inundaciones en Arles.Ruta Montecarlo
Yo también me hice algunos tirones ruteros, como un rally–concentración a Montecarlo cuando tenia 18 años con mi Lambretta, acompañado de Balart, Elizalde –otro vespista acérrimo– y alguna otra moto que venía con nosotros.
Honda Silver 600, Suzuki Burgman 650 y Yamaha Tmax 500
Y tuvieron que pasar ¡35 años! para dejar un ratito mis motos tradicionales y subirme otra vez a un scooter del siglo XXI. Fue una prueba personal que hice y que apareció en el número 246 del Solo Moto 30 del año 2003.
Probé primero un Honda Silver Wing de 600 c.c. que me dejaron en la fábrica. La impresión que tuve a sus mandos con el recuerdo de mi Lambretta fue la misma que habría tenido Gladiator si de repente se hubiera bajado de la cuádriga y lo hubieran metido en un Mercedes.
Aquella toma de contacto me animó a realizar una prueba más amplia entre el Honda, el Suzuki Burgman 650 y el Yamaha Tmax 500.
Fue una buenísima experiencia y relaté desde el punto de vista de un motorista tradicional lo que me parecieron aquellas motos de rueda pequeña, pero no tanto, y grandísima tecnología, a años luz de mi scooter de 1964.
Al Silver lo ponía más como una máquina de prestigio y de representación y con un motor muy dulce gracias a sus finos dos cilindros. También resaltaban sus meneos a alta velocidad y su estética algo “barroca”. El Burgman era el megascooter perfecto para viajar y también el más imponente y pesado. Lo que haría hoy en día con él sería aligerarlo, quitarle 25 kilos –si BMW lo ha hecho con sus boxers, es que se puede–, acercarlo más a la urbe conservando su poderoso motor y... recomponer de nuevo los precios de su caro mantenimiento.
El Tmax era simplemente y sin duda el más deportiva, el más moto.
Han pasado 6 años de aquella prueba y más o menos siguen siendo las mismas máquinas, con diferentes retoques. Tengo claro que hoy quizás me quedaría con el motor del Honda a cambio de una remodelación de su "vestimenta" y tamaño de ruedas, aunque lo han mejorado desde el punto de vista ciclo.
Sin embargo, entonces me quedé un Yamaha Tmax 500. Fue el primera, el de carburador, y descubrí que los neumáticos que mejor le iban –llevé Dunlop y Michelin Pilot– eran los Bridgestone.
(He ido adoptando esa marca en todas las motos porque –es mi opinión– son dulces, cómodos y tienen ese feeling de tacto que además te da seguridad).
Aquel Tmax lo cambié por otro a los dos años de tenerlo. El Tmax de inyección.
Si la primera versión era una máquina con chasis muy rígido y suspensiones duras –claro, la estabilidad tenía que venir de algún sitio–, la segunda revisión fue todavía más exagerada en una clara búsqueda para mejorar la parte ciclo y el chasis.
Se redujo el perfil de los neumáticos, se amplió la firmeza de las suspensiones, eran de recorrido largo, de moto moto (120 mm) –pero nunca me lo parecieron– y se retocó el esqueleto, y el mejor scooter de Yamaha de toda su historia desapareció de mis manos por culpa de los trallazos que recibían mis riñones y espalda, que acabaron por parecerse más a la de un ex minero de 105 años.
El problema era que además, y aparte de lo explicado, la posición de las piernas extendidas hacia delante hacían que cualquier bache te estremeciera el cuerpo sin posibilidad de escapatoria por una incómoda absorción de las irregularidades del firme. Aclaro: Dándole un mínimo uso de confort turístico.
Mi comparativo de maxiscooters en SoloMoto 30 - nº 246
Sí, de acuerdo, en mi Honda Shadow, como en todas las custom, se viaja parecidamente con las piernas hacia delante, pero sus grandes –al menos la delantera– y gruesas ruedas de perfil "gordo" se convierten en amortiguadores naturales que minimizan mejor los impactos y cuidando el body más potablemente.
Me contaba con pena un joven recepcionista de Maquina Motors que tuvo que hacer lo mismo, vender su Yamaha por prescripción facultativa. Pero el Tmax está ahí. Vendiéndose como churros. Y yo sigo encontrando cantidad de fieles fijos de esa Yamaha. Por lo demás, es simplemente excelente.
Aprilia Scarabeo 200, Piaggio 250 Beverly
Decidí durante mis estancias en Andalucía comprarle a mi amigo Leo, de Dos Ruedas, en Jerez, un Aprilia Scarabeo 200, hace 5 años. Me parecía una máquina muy bonita –todas las Aprilia lo son, aunque fallan en otras cosas...–, pero sobre todo lo que quería después de la experiencia "traumatológica" del Tmax, era que tuviera unas ruedas grandes de 16 más cómodas y un chasis menos de "carreras", aunque fuera más elástico y meneón.
Aquella versión montaba un motor Rotax de 175 –los cambiaron después por los Piaggio–, corría mucho y era algo ruidoso, aunque carecía de bajos. Con ella hicimos mi mujer, el equipaje y yo algunas excursiones a Navarra, Teruel y San Sebastián. Un mixto–mixto de coche y remolque hacia un campamento base evitando las autopistas a 100 por hora y explorando desde allí excursiones de 500 km o incluso mayores distancias por divertidas carreteras. Luego se la vendí a un amigo.
Es curioso cómo una salida en scooter, aunque sólo sea de 200 km, hace el recorrido más íntimo y siempre resulta más aventura que realizarlo con una moto grande.
Como mis viajes con la Lambretta.
Más adelante tuve un Piaggio 250 Beverly que iba como tenía que ir, o sea bien –aparte de un embrague algo quejoso en las subidas en parado–, y sus ruedas de 16, mi posición de piernas más tradicional y más parecida a los de una moto, y sobre todo algunos ajustes en la suspensión trasera, me corroboraron que mis riñones, cervicales y espalda los tenía todavía en condiciones. No en maravillosas condiciones, pero todavía aceptando de buen grado distancias largas. Este Piaggio se lo vendí después a mi cuñado.
Kymco 250S People
En los últimos cuatro años no he mezclado ningún scooter entre mis motos. Sin embargo, cuando he ido a la tienda de Leo en este tiempo –aparezco bastante por allí para otear el material motorístico que tiene expuesto de motos nuevas y usadas–, me acababa fijando últimamente en un scooter que especialmente me llamaba la atención. Y sin embargo he visto pocos.
Me gustaba porque pesaba bastante menos (165 kilos) que su hermano de dos y medio Xciting y era más rápido que éste –a igual motor y menos peso, la cosa se entiende rápido– y protegía prácticamente lo mismo. Las que quedan ahora están muy bien ofertadas.
Estábamos en que era un Kymco People 250 S. Era algo grandote y dibujaba líneas rectas y quebradas, y con un gran escudo delantero que me pareció muy GT. Vaya, un scooter muy preparado para recorridos medios por carretera –al final es lo que me tira– a pesar de su mediana cilindrada de 250 c.c.
No daba la sensación de ser muy ratonero en la ciudad –los scooters con ruedas grandes no lo son–, pero nunca le he dado demasiada importancia a eso, porque por poco ligeras que sean algunas motos, siempre lo serán más que un coche.
Un día me lo dejó probar. Con las barras adelantadas sobre el eje delantero –vaya, como en las viejas Montesa Impala, eso ya era una garantía de buen ciclo– ya denotaba intenciones de ofrecer confort y buena estabilidad.
Espacioso con dos plazas y sin ninguna sensación de agobio –la parte delantera era holgada–, lo puse en marcha y, tras superar ese instante de titubeo direccional típico de las ruedas grandes de 16, se deslizó suavemente por el asfalto mostrándome ya en carretera abierta muy buen aplomo. De noche pude observar una buena luz proveniente del doble faro delantero y también del espectacular trasero formado por múltiples leds. Pensé que era una buena noticia para ser visto desde lejos. El Kymco corre, y sobre todo corre bien, aunque suena a medio régimen muy metálico. Y –muy importante– es poco sensible al viento lateral.
En carretera llevas el 80 % de una auténtica moto. Pero lo que más me gustó fue esa sensación de protección detrás del amplio escudo que sólo tienen las grandes GT. Tan sólo faltaba una pantalla más amplia para evitar el viento, los insectos y el frío .
En fin... esa moto me la acabo de quedar y ya tiene instalada una Puig que he recortado 10 cm en su altura. Con una estimable inclinación de la misma, puede que perjudique algo la aerodinámica y la velocidad punta. Sigue siendo algo grande, pero es un peaje que pago muy a gusto cuando se trata de rutear. Desde luego, circular con ella aislándote de los elementos incómodos –insectos– es una delicia.
¿Que cuánto corre el Kymco People 250 S?
El amplio frontal de la Kymco 250 S
Según una web de la propia Kymco, 140 km/h. Según otra revista digital, 135 km/h y Solo Moto la cifró en un ensayo comparativo con un Sym en 122 km/h. Y aquí tendríamos que entrar en detalles y matizaciones.
VELOCIDAD PUNTA. TODO ES RELATIVO
Las pruebas de velocidad pura pueden variar ostensiblemente dependiendo de quien las haga, como las haga o donde las haga.
Una medición de velocidad en una carretera de Cuenca a 800 metros sobre el nivel del mar dará datos diferentes –la moto respira peor– a la que se haga en una de Tarragona al lado del mar con nivel 0, dependiendo además de las condiciones atmosféricas que existan (presión atmosférica del momento y lugar).
La velocidad tomada en un banco de pruebas es eso, una referencia no real, al no haber fricciones en los rodamientos y sin tener en cuenta pesos del propio vehículo, además de otros parámetros como la resistencia al aire.
Las presiones correctas de aire de las ruedas (un descuido en ese sentido hace variar de una manera fácil la prestación de velocidad punta de un vehículo), unos neumáticos que presentan deficientes presiones tienen mayor o menor contacto de rodadura y por lo tanto mayor freno o mejor capacidad de giro de avance de la rueda. “¡Esta moto no va!”. Si a nuestras ruedas les falta aire, incluso muchas veces lo notamos claramente. Al contrario, con una sobrepresión de aire de los neumáticos o de su cámara, le podemos ganar fácilmente 10 ó 15 km a una 250. (Me da la sensación de que algún fabricante ha utilizado ese truco para exhibir buenas prestaciones de algún modelo).
Es también importante en el resultado la composición del asfalto donde se hace la prueba, si es del tipo abrasivo o no, que el piloto pese poco, regular o mucho, que sea alto o bajito o que se agache poco o nada sobre el manillar en plena medición, así como si existe viento en el momento del test y en el caso de que así sea, si es lateral, frontal, trasero –puede alterar beneficiosamente el resultado– y de qué intensidad.
Por ello creo sinceramente que hay personas, sobre todo jóvenes, que se pueden dejar influenciar ante una compra por los datos de velocidad máxima dados por el fabricante o diferentes revistas, por ejemplo de modelo de scooter de 125, comparándolo con otro que “corre” ¡6 km menos!
Con ironía y una sonrisa... pero sin maldad
Fijaos en esto:
El Honda Scoopy 300 es seguramente y hasta la fecha el scooter de esa cilindrada más rápido en punta. Pero todo es relativo.
He visto datos en un comparativo de SOLO MOTO que su velocidad máxima es de 145,4 km/h reales. Me imagino que con el piloto agachado y ropa muy ajustada (¿un mono?). Poca broma, en el cuadro y teniendo en cuenta los márgenes de error –suelen ser hacia arriba– aparecerían más o menos...170 km por hora.
Impresionante... Pero tú vas a ir sentado –no te veo trasladándote estirado en horizontal por las rondas– y vas buscando una buena protección porque llueve o hace frío o vas con traje y no quieres ensuciarte. El Scoopy, que es una maravilla de realización –también se paga–, no tiene parabrisas. Vamos a ponérselo. Uno medianito como el del Xmax o el Puig de mi Kymco.
Pum catapum. Ya lleva algo de freno aerodinámico. Ya le hemos restado ¿7 km por hora? La punta ahora es de 138. Pero seguimos.
El Kymco, en pro de buscar la mayor rigidez torsional con carga, monta un neumático 140 trasero. El Scoopy 300, 130. Algo menos de rozamiento sobre el asfalto. Pongámosle las mismas condiciones que la taiwanesa , reforzándola en ese sentido a plena carga. Vamos a montarle el 140. Total velocidad... ¿5 km menos? 133 km por hora. Después de ver de cerca el carenado del Scoopy, su penetración aerodinámica, sus formas redondeadas tan sugerentes, tengo que reconocer que han hecho un trabajo casi de orfebrería. Muy bonito... pero también estrecho.
El del People es... todo lo contrario.¿No hemos quedado que tú tienes que ir protegido porque si llueve, te mojas y los pantalones no son una excepción? Ancho del escudo frontal del Honda: 46 cm; ancho del Kymco: 60 cm (igual que el del Forza 250), 14 cm en total más.
Vamos a añadirle al Scoopy la diferencia en centímetros del escudo que incorpora el Kymco. Ahora ya puedes viajar con esa Honda en mejores condiciones. Más en plan GT. Le restamos de velocidad punta por ello 6 km por hora menos. ¿Cuánto corre el Scoopy ahora? 127 km por hora.
¡Ah, se me olvidaba! Si vivimos fuera de la ciudad y trabajamos en ella, deberemos disponer de algo más espacio para el ordenador, los trajes de agua –a lo mejor tu mujer va contigo–, abrigo, cascos, etc. y le pondremos un top case. ¿De acuerdo? Claro que eso limita algo la velocidad punta por los flujos aerodinámicos que impactan en el cofre. ¿Cuánto menos? 8 ó 10 km por hora. Ahora el Scoopy corre 119 km por hora. ¡Dos menos que el Kymco 250S... ¡Y me faltaba el pasajero! Con él detrás y su peso rondando los 70 kilos, no pasará de los 110 por hora.
Vaya, el Scoopy 300 carrozado a mi gusto ya no es de carreras.
Bueno, ya os habréis dado cuenta de que aquí hay trampa. Y doble.
Porque no estaríamos tan lejos de estas cifras si lo hubiéramos hecho con un motor de la misma caballería que la del Kymco, que tiene 22 caballos.
El Scoopy suelta 29 corceles, y aun con todos esos recortes y añadiduras, tendría suficiente fuerza para rodar a unos... 125–130 km reales. La segunda trola estriba en que las velocidades menguantes que le voy asignando me las estoy inventando, aunque creo que no estoy muy lejos de la realidad...
La punta registrada por Solo Moto de 122 km/h del Kymco parece lógica, dado como digo su gran volumen frontal. He hecho la prueba con GPS y a 120 de marcador son 108 reales.
Siempre queda la posibilidad –yo no lo haré, amigo– de recortar su escudo a la mitad y dejarla como la Lambretta “bólido” de los hermanos Constante, montar una medida menor de neumáticos (100–16 y 130–16 e inflarlos a 2,4 y 2,7 kilos), dejar el parabrisas original –que es más pequeño– y eliminar peso superfluo –unos 30 kilos– (top case y fibras), y no te quepa duda, chato, que estirado como un lagarto a lo largo del asiento, si la moto la llevas tú, veras probablemente en el GPS los 145 km reales y la aguja del marcador jugando con los 170. Pero es que así se va incomodísimo para ir al curro, ¿no?
Llantas de aluminio dañadas
Una vez quise lavar una de mis motos, una Suzuki Freewind, tan bien, tan bien, para que brillara tanto, tanto, que me cargue irremisiblemente las llantas y parte del barniz del cárter. El culpable fui yo y un desengrasante marino que acabó en segundos con el brillo y barniz de las llantas de aluminio dejando unas manchas muy feas.
En mojado no se notaba, pero cuando se secaron las ruedas, observé impotente el desastre. Un escalofrío –me acuerdo perfectamente– me recorrió entonces el cuerpo.
Así, estuve un tiempo en que prefería llevar las ruedas sucias de grasa antes que enseñarlas totalmente envejecidas.
Y por casualidad, un día, pensando la cosa y después de un lavado mucho más cuidadoso y utilizando un desengrasante doméstico, KH7, froté con un paño untado de vaselina la superficie de las llantas y vi cómo mejoraba mucho el aspecto general del aluminio dañado.
No lo arregla, pero lo disimula, y a cierta distancia, agradablemente, casi parecen otras.
Jose María,veo que te estás "enganchando" al blog.De escribir un post al mes has pasado casi a uno semanal.No es uno diario como el mío, pero cada uno de tus artículos tiene tal exensión que equivalen a 10 de los míos.¡Felicidades y adelante!
ResponderEliminarUn abrazo
Me encanta este blog. Un par de comentarios: un fallo muy común es el llamar subidas en cuesta a lo que son prueba cronometrada en cuesta o carrera en subida. O subida o cuesta. Lo otro es reiteración. Por otra parte la Microscooter Montesa no era mas que un scooter Laverda fabricado con licencia. El motor cubica 60 cc. no 65. Un saludo y adelante.
ResponderEliminarVale,anonimo,te contesto con gusto.Si miras el capitulo 2 de "Mis Queridos Fantasmas" de este blog, veras que siempre he compartido tu punto de vista sobre la denominación de las "subidas en cuesta".Pero siempre ha estado muy generalizada esa frase entre los corredores de las "cronometradas"...y a mí me sigue fallando el inconsciente.
ResponderEliminarHe hecho varias consultas al respecto.Una a una periodísta del departamento de corrección del Magazine de La Vanguardia, donde he trabajado muchisimos años como fotógrafo. Estamos hablando de un "pleonasmo", que es como dices,un exceso de redunancia en el uso de palabras.
Sin embargo también lo es por ej,"le ví con mis ojos".Esta claro que sobran "los ojos", pero se dá como buena la frase para los correctores porque se entiende que se refuerza la expresión.Aunque hay un duplicado de elementos.
Fijate,he hecho otra prueba.He llamado a un piloto de los años 60 -me divertía el detalle de tu carta-y le he preguntado sobre la San Cugat-Tibidabo,Vallvidrera,y Montserrat.La respuesta ha vuelto a ser la frase exacta:
-¿A que te refieres?¿A las subidas en cuesta?- me ha dicho. Puede que no sea del todo correcta pero sí lo era en la jerga de los que nos movíamos en esa especialidad.Por que en el fondo "vamos ha hacer una "subida" era sinonimo de "gas a fondo"( algo así como una "quemada" de ahora) y cuesta, era ..."to parriba".Lo entendiamos todos.
Por otra parte la frase:Pepe,baja abajo...el departamento de corrección no lo dá por bueno.
Por todos lados y medios aparecen "las antiguas pesetas".Ni antiguas ni modernas...para mí,son solo "pesetas" que aun te las cambia el Banco de España.¿quien tiene razón?
Sobre la Montesa Laverda de 60 c.c.estas en lo cierto... en las de serie ,que cubicaban exactamente 59.062c.c.,pero... ¿Quien te dice a tí,!ah, amigo!, que la que habia en casa y que provenía directamente de fabrica no tenia 65c.c.?¿o que mi Sanglas 400 que fue el prototipo numero 2 de la fabrica de Hospitalet no llevara alguna cosita escondida en sus entrañas?
Ha sido un placer,pero no hiles tan fino,hombre...
Por cierto.No se si saldrá mi nombre arriba-tengo algun problemlla-,pero el que te contesta,soy yo,Jose Maria.Saludos
Cierto, por muchos lados aparece lo de las antiguas pesetas...pero no quiere decir que que sea correcto. Tienes razón aquí...pero lo se subidas en cuesta....Lo de lo vi con mis propios ojos es una redundancia en la que se afirma que el que lo vió, fui yo, con los míos, no con los otros. No me lo dijeron, no lo vieron los ojos de otros. Lo ví yo...con mis propios ojos. Tampien tuve yo un Microscooter Montesa. Un saludo y adelante. José Antonio.
ResponderEliminarHola. Otro post fenomenal. Este verano escribí y fotografié un artículo acerca de los Mods y otros movimientos culturales jóvenes ligados a las motos y me preguntaba por que no parecen existir hoy movimientos similares. El único movimiento significativo relacionado con la moto hoy, del que tengo noticia, es el del hombre de mediana edad que ha alcanzado un cierto nivel adquisitivo y estabilidad en la vida se compra una moto para realizar un antiguo sueño.
ResponderEliminar¡También puede ser que esté completamente desconectado de lo que pasa! Pero ¿donde están los Mods y los roqueros o sus iguales de hoy? Ya me gustaría saber como se vivió o que noticias teníais de esos movimientos.
La última vez que comenté en tu blog fue en el post de fotografía. Ya he renovado mi Lumix antigua... ¡Adivina por que cámara la he sustituido! Te dejo el enlace del post acerca de ello que comenta algún truco para cuidar las cámaras durante los viajes en moto por si tienes curiosidad de leerlo.
La Alfombra Mágica
Hey Jose Maria!
ResponderEliminarEl texto que verás no tiene nada que ver con motos...Pero fíjate en la foto (¿sabes donde la hice?jejejeje...
Y lo de la Scoopy 300, mas razón que un sano...Pero creo que lo único que le importa al 00,9% de gente que se compra uno es meterle un tubarro que pete como un helicoptero del ejército...
Una abraçada JM...
COMO RELAJARSE EN LA CONDUCCION DIARIA
ResponderEliminarConducción correcta y futura
La de los antiguos taxistas de hace 30 años atrás
Max. Comodidad
Max. Velocidad
Max. Seguridad
-Aceleraciones suaves y progresivas = Max. Comodidad y velocidad
-Frenadas las mínimas y suaves = Max. Seguridad
-Poner todos los intermitentes.
Hoy con los vehículos existentes la verdad que no se puede pedir mas.
Máxima relajación en tus manos y máxima suavidad en tus pies, con una circulación correcta, y ya esta
.
Cada traslado te relajarás automáticamente
MOTO SCOOTER CONDUCCION INTELIGENTE
Necesario:
-Las tres primeras paradas hacer lo máximo para frenar lo mínimo y suave posible.
-Ya estas en tu moto, tu eres el profesor y tu eres el alumno.
-En la sensibilidad de tu mano esta tu inteligencia.
-Conseguirás tus máximos conocimientos en el mínimo tiempo..
Hace 40 años la mano del hombre invento el vehiculo de su futuro, la primera scooter.
Hoy la tenéis en vuestra mano, y lo mejor vuestra inteligencia.
La perfección existe, no lo dudéis.
Que la Paz, el Amor y la Caridad, Reine en vuestro destino.
Atentamente
Joaquín 53 años
Hola buenos dias. Estoy interesado en saber mas sobre los trucajes que les hacíais a las lambrettas para poder correré mas. Cosas como, "cambiar fácilmente el pistón original de 150 c.c. por el de 200 c.c. que montaban las deportivas Bultaco Metralla de las primeras series." Supongo que montaban cilindro y pistón. Una vez montado se le podía poner a la moto el capuchón para refrigerar el cilindro? Habia que cambiar cigüeñal? Me gustaría saber mas!!!
ResponderEliminarMuchas gracias y espero su respuesta.
Gas al braç!
No te compliques la vida .Busca en internet y encontraras kits de pistón y cilindros de las últimas 200.Saludos
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