Extraordinaria moto, pero limitada para ciertas tallas.
Tengo en una habitación de mi casa y delante de una cama un par de marcos colgados en la pared, uno con fotos de una parte de las motos que he tenido en mi vida y el otro a modo de recuerdo también de un viaje en solitario que hice en bici hace 20 años desde Barcelona a Bicorp, un pueblo del interior valenciano. Debajo de ellos hay enmarcada la única foto que conservo de mi abuelo con una Triumph de 1915 y a su lado una figurita de Joe Bar con una elegante Norton Commando 850 de finales de los 70, preciosa moto inglesa que también tuve.
En realidad y como digo, a esa veintena de motos habría que sumarle como mínimo otras tantas...o más que guardo en un cajón en espera de enmarcarlas y poner otro cuadro a continuación de estos dos. El cuadrito que cuelga en la pared lo monté hace más de 20 años aprovechando la última moto que tenía entonces, una Honda VF 750 y ...sí ,sí,...tengo que ponerme manos a la obra porque la segunda parte da para mucho. De momento, lo que veo delante de la cama donde me he instalado es lo mejor que se puede ver cuando uno está out y con fiebre alta producto de un gripazo como me pasó hace ya unos días.
Más de la mitad de esas motos que he disfrutado durante varias décadas - la primera fue una Ossa 49 a pedales de 1960- fueron compradas de segunda mano, que iba cambiando por otras y procurando no perder demasiado en las nuevas adquisiciones .
En realidad y como digo, a esa veintena de motos habría que sumarle como mínimo otras tantas...o más que guardo en un cajón en espera de enmarcarlas y poner otro cuadro a continuación de estos dos. El cuadrito que cuelga en la pared lo monté hace más de 20 años aprovechando la última moto que tenía entonces, una Honda VF 750 y ...sí ,sí,...tengo que ponerme manos a la obra porque la segunda parte da para mucho. De momento, lo que veo delante de la cama donde me he instalado es lo mejor que se puede ver cuando uno está out y con fiebre alta producto de un gripazo como me pasó hace ya unos días.
Más de la mitad de esas motos que he disfrutado durante varias décadas - la primera fue una Ossa 49 a pedales de 1960- fueron compradas de segunda mano, que iba cambiando por otras y procurando no perder demasiado en las nuevas adquisiciones .
Unos vecinos y amigos míos se han ido un mes a Vietnam y acaban de volver. Su viaje les ha costado unos 2.500 €...que es lo que he pagado por mi último juguete, nunca mejor dicho, una Yamaha Tricity 125, para sumarlo a mis ilusiones .Ellos del viaje se han traído las vivencias y las fotos ,...pero yo tengo otra moto que la disfrutaré bastante más que durante un mes. ¡Uno ha de elegir en la vida lo que le hace más ilusión!.SIGUE LEYENDO
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