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lunes, 4 de junio de 2012

KTM 690 DUKE 2012,… y otras DUKES






¿CÓMO TE VA LA VIDA, AMIGA?

Hace algo más de dos años me subí por primera vez una KTM 690 DUKE. Era la versión de 65 CV y sus virtudes y defectos quedaron reflejados en una particular prueba en este blog. Luego tuve ocasión de hacerlo en la versión Supermoto SM Limited Edition de 63 CV con sus suspensiones recortadas, una versión especial más adecuada para una vida a bordo en el día a día, y meses después hice lo propio con la Duke más potente y agresiva salida de la firma austríaca y cuyo motor alcanzaba los 70 caballos. Una pasada para un monocilíndrico de 690 cc.
El contacto con la primera Duke fue casi fue traumático. Me impresionó realmente porque yo en esa época tenía una Suzuki VStrom -67 cv y casi 240 kilos de peso llena, y también una Freewind, con 48 cv pero bastante más ligera: 190 kilos con el depósito a tope. Ambas eran de 650 cc –bi y mono -pero la VStrom, por su envergadura, confort  y prestaciones, resultaba casi perfecta en viajes y muy efectiva en carreteras de curveo amplio, mientras la pequeña Free le encantaba exhibir sus mejores armas en las curvas más ratoneras con una sorprendente agilidad y la facilidad de su manejo en el uso diario.
Aquella KTM DUKE me descubrió que no solamente alcanzaba la potencia de la Strom si no que era 30 o 40 kilos menos pesada que la ligera Freewind con lo que la gestión en curvas y su imponente aceleración saliendo de ellas me hizo pensar que si hubiera dispuesto de  aquel avión en mi época de las carreras en cuesta  cronometradas –hice mis pinitos y no lo hice mal en aquellos felices 60- mis héroes de entonces, Carlos Giro y Ricardo Fargas, pilotos de leyenda y oficiales de Ossa y Ducati , no lo hubieran sido tanto porque el piloto recordado hubiera sido éste que os escribe. Pero es que además esa KTM que probé en febrero del 2010 que daba sesenta y pocos caballos estaba muy bien hecha. Era, como titulé, “Una monocilíndrica de lujo” porque aquella naked deportiva con un chasis de solo 9 kilos y basculante de aluminio, componentes de primer orden con suspensiones multirregulables WP, embrague anti-rebote APTC, centralita electrónica que variaba la curva de potencia a discreción, era en toda regla una moto casi de carreras a la carta.

KTM Duke 690 2012

Sin embargo, cuando probé la versión SM –esa moto negra con dos largos escapes ascendiendo hacia el cielo y con pico de pato –diría que de pato triste- , me decepcionó. Sí que resultaba más cómoda que su hermana de carretera pura, por su manillar más ancho y también por sus suspensiones  más largas y amables, pero aquel motor de pruebas me resultó duro, con un sonido  demasiado metálico e incluso muy quejica a bajos y medios regímenes. Probablemente aquella moto no habría tenido un buen rodaje, pensé entonces, y lo continúo pensando ahora.
 Quizás en un bicilíndrico o tetracilíndrico una falta de puesta a punto se hubiera notado menos pero lo cierto es que aquel mono no me cautivó como lo había hecho el que había probado anteriormente, máxime porque además cuando la fui a devolver a la nave que KTM tiene en Terrassa y delante casi de la puerta principal, un traspiés en parado debido a que  se me enredo el navegador en la dirección me situó en un instante en lo más bajo que puede llegar una persona con un mínimo de dignidad. O sea, en el suelo.
Cuando tuve la ocasión para subirme a la tercera KTM, una  Duke ya con 70 caballos reales, no lo dudé porque necesitaba volver a impregnarme de las buenas sensaciones que me llegaron en la primera prueba aquella Duke de 65 cv, y también porque tenía curiosidad para ver hasta donde había llegado KTM con aquella mecánica ardiente y explosiva y ya testada por los diferentes medios especializados y que le habían otorgado muy buena nota.

“CURVAS BUENAS” O “CURVAS 2 ROTAS”

Con mi amigo Pepe Baeza, que es un enamorado de las BMW y feliz propietario una de las GS 1000 más veteranas, tenemos establecidas unas claves para referirnos al grado y dificultad de las curvas que uno u otro se haya encontrado en una determinada excursión o salida motera. Así, una conversación podría ser esta: “Encontré un tramo de curvas “2 rotas”, otro de “3 buenas” y al final, la tira de “0 medias”… quiere decir que “2 rota” es ese tipo de curva que nos encontramos cada 80 o 100 metros más o menos, variable en su forma y a veces en mal estado. Las de  “3 buenas” son las más abiertas y de buen piso, y definimos la “O media” como tramos de curvas muy seguidas,  juntas y muy  cerradas y en las que te puedes encontrar diferentes tipos de asfalto. Os pido un poco de concentración y comprensión -espero que me explique bien –con lo que sigue.

La Duke 690 un trueno de moto

 Con esa KTM Duke de 70 cv -la que probé hace un año o por ahí- nos fuimos a varios tramos de curvas “0 bueno” y “2 regular”, con pequeñas rectas intercaladas de unos 200 metros de largo. Y ocurrió lo que suele pasar si llevas una Duke de 70cv por sitios parecidos. En el primer tramo, la manejabilidad extraordinaria de la 690 permitía entrar colocado, descolocado o pasado de rosca gracias a su noble chasis con la sensación en todo momento, eso sí, de un claro dominio de la moto. ¿Qué bonito, eh?.
Pues no, porque una exagerada desmultiplicación de sus primeras marchas -te ves obligado a utilizar solo la primera y segunda como es normal en esas condiciones- hace que cambies y reduzcas como un poseso intentando encontrar ese punto de la relación mejor, y siempre acompañado de las lógicas vibraciones del motor que al final, ahí, no se encuentra a gusto. Eso y el tener que intentar superar constantemente  las 3500 rpm para lograr un mínimo de buen par motor -ese momento en que notas ya un empuje fluido- acaba por crearte tal confusión mental que incluso te asalta la duda de si llevando una moto realmente eres tan bueno como te crees. Y es que por debajo de esa cifra de revoluciones no hay nada de chicha que te saque de ahí.
Menos mal que luego te quedas más tranquilo cuando llegas al tramo “2 regular” con curvas de radio más amplias. Ahí ya encaras la primera en segunda, aguantando, eso sí, una buena trepidación del motor y acto seguido gestionas la trazada que más te guste -siempre podrás rectificar porque la pequeña Duke da mucho margen de maniobra debido a su poco peso- y todavía inclinado y apuntando hacia la salida roscas progresivamente el gas, conectando la tercera y acelerando hasta las 4000 rpm. Y es en ese momento mágico cuando una patada en el culo te catapulta hacia el final de la recta. Y después, otra curva y otra. Te regalas entonces una relajada sonrisa porque te das cuenta que no eras un patata y te reconcilias en segundos contigo mismo, chico.
Entonces, me llevé ese recuerdo un tanto agridulce  – ¡En cambio, qué bueno fue con la prueba de aquella primera Duke de 65 cv!-. Pero ya os avanzo algo. Tengo la solución a todos esos  males, tararí, pero lo diré luego.

 La KTM Duke pequeña en versión viajera

NUEVA DUKE 690 2012


Si eres de los que se saltan el texto preliminar para ir al grano y entras ahora, ya te aviso que o no entenderás nada o te tendrás que leer lo que te has saltado. Entremos en materia, pues.
Concertamos una prueba de la nueva Duke y tenía que recogerla en las impolutas instalaciones que el importador de KTM, con Cesar Rojo, al frente tiene en una gigantesca nave en Trrrassa. Me llevé a  mi amigo Joan Ventura porque pensé que ya que es usuario de una monocilíndrica BMW Scarver podía aportar su punto de vista particular.
(Hace una hora me acaba de entrar una opinión anónima en el blog que dice: “Creo que KTM te ha escuchado y todos esos cambios los tienes en la nueva del 2012. (O por lo menos casi todos)”.
Pues podría parecer que sí pero tengo la sensación de que los austríacos de Mattighofen, donde está la sede central de KTM, ya lo tenían planeado. A primera vista y a distancia de la moto, se podían apreciar los cambios introducidos en pos de conseguir una Duke más dúctil y amable para el día a día. El escape ascendente está situado en un lateral y no como el que llevaban las últimas versiones y que denominé “lata enorme de berberechos al por mayor”, estando situado debajo del carter motor que además limitaba la luz al suelo y las posibilidades de rebajar más la moto para los menos altos.
El asiento también es nuevo, mucho más confortable ya que el antiguo era muy poco anatómico y además resbalaba. Ahora, está separado en dos piezas siendo el del conductor muy amplio y con reminiscencias “caballísticas”. Me recordó al de una versión que tuve de la BMW R 850 R. De todas formas y curiosamente, en marcha, las nalgas no son la partes que mejor encajan, si no los huesos interiores del coxis, que notas presionando la parte más estrecha del asiento. Conduces muy adelantado pero también ahora tocas mucho mejor con los pies al suelo. Es más bajo. Las suspensiones de firma WP le dan valor extra a la moto.

Una Duke siempre será muy, muy divertida

El asiento del pasajero “es más de verdad” aunque me guardo una crítica acida para el final de esta presentación. El faro también cambia aunque resulta poco innovador. (Una idea al respecto: mmm…¿sería factible diseñar una óptica formando el dibujo del numero uno?. En esa placa portafaros quedaría bien, ¿no?. ¡Una KTM con efecto visual con un toque más deportivo!.
La ergonomía en general es mejor que el de la anterior Duke y con las piernas bastante metidas en las fibras del depósito y con una pantalla alta, el radio de acción -protege más-  y adquiere ahora más importancia en los grandes desplazamientos. Se podría viajar lejos solo y también con dos plazas …a cambio que hicieran una modificación de nada. Cuando llego a este punto suelo, os lo digo de corazón, enfadarme mucho. Todos o casi todos los fabricantes son unos perversos.

Y LOS NIÑOS QUE LOS PONGAN EN EL TECHO DEL AVE


Tengo que decírtelo. Es probable que no te interese nada de nada lo que te voy a explicar. Pero a mí, sí, y puede que a alguien más.
Juro que por mucho que le doy vueltas no lo entiendo. Podría extenderme en lo que planteo pero no lo voy a hacer ahora porque estoy preparando un artículo sobre el tema y no es cuestión de quemarlo. A lo mejor lo titulo “El pobre desgraciado del pasajero”, o algo así.
A ver. Si han remodelado la Duke, la han hecho más acogedora, más “viajera”  y con mejores posibilidades a dúo, -al menos esa parece ser la intención al mejorar el asiento de atrás-…¿Por qué leches se quedan a medias tintas colocando unas estriberas situadas “siempre” - y eso va para casi todos los fabricantes- en el peor sitio y a la altura más inadecuada?. ¿Pero alguien se ha subido detrás para comprobar cómo se va en marcha?.
Sostengo una teoría: Cada vez estoy más convencido que la mayoría de los diseñadores de motos…están todos separados. De sus mujeres, claro, y además les tienen rabia. Porque si no, no se entiende.

Kiska es la empresa diseñadora que ha dibujado al menos parte de esta KTM. Pues bien y mira que es fácil. La altura y distancia de esas estriberas traseras como digo son inapropiadas para un pasajero/a  de tamaño adulto y con pretensiones de acompañar con cierto confort –nunca irá igual de bien que el de delante-  al que pilota  durante un recorrido largo. Porque esta moto se sirve con maletitas y pantalla no lo olvidemos. Dentro de los modelos de la casa la 990 SM R, por ejemplo, incorpora  unas estriberas que “casi” encajan en la Duke  pero son más largas y descansan el pie más humanamente más adelantado. El ensamblaje de las piezas de KTM son como el de un mecano y muchas de ellas se intercambian entre los modelos. Solo habría que hacer una ligera adaptación del ángulo del escape y en los puntos de encaje del soporte en el chasis. Aquello de que… “tenemos comprobado que la mayoría de clientes viaja solo” no me vale. Y si el otro porcentaje viaja acompañado, ¿qué?, ¿a machacarse el de atrás?. !Es que el gasto para el fabricante entre un reposapiés y otro es el mismo!. Y si no llevas a nadie, no lo uses.
Yo cuando he viajado en el tren Ave Barcelona - Madrid, no he visto niños o alguno tan solo. Pues es como si Renfe decidiera que como viajan pocos …a los niños los pusieran en el techo. Es increíble la cantidad de modelos incluso catalogados como de turismo con, para mí, este disparatado fallo.

UN MODELO DE TECNOLOGÍA A SEGUIR


Sigamos con la técnica porque estos tíos hacen muy bien casi todo lo demás. Los responsables del admirado motor monocilíndrico han optimizado la potencia y el par a medio régimen gracias a que ese SOHC de 4 válvulas LC e inyección electrónica incorporándole otra bujía más y dos inyectores independientes para cada una de ellas. Esto elimina baches de potencia entre las 3000 y 5000 rpm – sí que había alguno antes- y reduce el consumo hasta un 10%. Es parco. Han logrado que sea una mecánica limpia incluso con las limitaciones del Euro 5. !Un mono de 70 cv!.
Lleva además –las anteriores ya disponían de ello- el ride by wire, que es un mecanismo electrónico regulador con tres posibilidades de potencia, para utilizarlo bajo condiciones de lluvia ofreciendo más seguridad lógicamente o en el caso extremo, más patada del motor. Del modo Sport, Confort y Standart , es este último el más homogéneo para una conducción habitual. El antibloqueo de embrague APTC solo aparece en casos en los que estés haciendo las cosas a trompicones y en una conducción poco fina. Ya habéis visto que puede pasar.


Regulador electrónico de potencia

LAS KTM, IGUAL QUE UN FÓRMULA UNO


Hay un detalle que vale la pena mencionar y que es muy importante a la hora de valorar la compra de una KTM DUKE 690: el mantenimiento. Es cierto que hay que controlar el gasto del aceite simplemente porque su capacidad es de solo un litro y medio, pero ahí se acaba todo. Pänkl es una empresa suministradora de KTM y las bielas, pistones y otras piezas que incorpora la 690 están fabricados con la última tecnología y los materiales de vanguardia. El mantenimiento se establece para este mono …cada 10.000 kms. ¿Sabéis a qué se dedica además Pänkl?. A la manufactura de componentes, bielas y cigüeñales,…de F1. Una buena garantía, ¿no?. Por ejemplo, las bielas de las motos de cross KTM, tienen una duración el doble que la competencia: 100 horas de trabajo al límite. Eso me dicen
El chasis es el mismo que el de los modelos anteriores fabricado en Cromobileno de 8.5 kilos de peso y su basculante, como no podía ser de otra forma, de aluminio. Ya no hay reglajes en la gruesa horquilla invertida pero es que con ABS incorporado esta Duke pone los dientes largos al seguidor de la marca y a otros indecisos porque cuesta, y lo vale, poco más de 7000 euros. (Consultar en tienda).

DIVERTIDA, DIVERTIDA, AUNQUE…


Sí, sentado encima es una moto que se siente realmente pequeña y muy controlable de entrada. Echando un ojo sobre el pequeño cuadro de relojes pedirías que hubiese cambiado también porque ya está demasiado visto aunque incorpora un indicador de la marcha que llevas en cada momento. Al arrancarla aparece el típico y nervioso traqueteo que produce el motor  aunque al colocar la primera marcha –y eso se corrobora luego durante toda la prueba- te das cuenta del tacto de mantequilla suavísimo del embrague y buen hacer del cambio aunque se notan los genes que provienen del TT. Un poco abierto de recorrido.
Al acelerar buscando la segunda y después la tercera y siguientes, hay que hacerlo sin medias tintas y subir la aguja del cuentarrevoluciones hasta las 3000 vueltas, porque la trepidación y tembleque del conjunto así lo aconsejan. Sí, han trabajado ahí, en esa franja, y ahora resulta algo más amable y el motor no se queja tanto. Con lo cual, volvimos a las mismas carreteras de la prueba anterior con la otra Duke. Donde antes había que cambiar a 4000 rpm, ahora se conformaba con 500 menos. O quizás un pelín todavía menor. Pero el lío con las marchas cortas en las curvas “0 buenas” seguía existiendo. Probando en el modo más suave de la centralita ride by wire, el Confort, la sensaciones que me llegaban metido en plena trazada en esas condiciones, eran las de unas reacciones algo menos bruscas, más capadas, que convertían el motor en algo más mozarrón, por lo que en pocas curvas acabé volviendo a seleccionar el modo Estándar.
Atención, seguro que son muchos los poseedores de Dukes que lo que les importa es retorcer el mango a tope para ver las 7.500 rpm que ofrece la 690 y pilotar despendolados o lo que haga falta, sin importarles demasiado los tembleques, vibraciones, etc, hasta llegar conseguir clavar la aguja del cuentavueltas en todo lo alto. Puede que sea ese parte del gran público al que va dirigida la máquina austríaca y hasta es posible que los de Kiska se rían de mí con mis reivindicaciones sobre el tipo de estribera trasera. Lo que sigo diciendo es que es difícil rodar “redondo” a baja velocidad.

MI TEORÍA: CON 60 MEJOR


Joan quedó impresionado de esa moto con esa potencia arriba que suelta rabiosa la nueva Duke saliendo de una curva y encarando una recta a todo el gas que te garantiza los 70 cv, pero cuando yo lo veía gestionar las  curvas cortas creo que se acordaba de los bajos suaves de su vieja BMW Scarver. Vamos no es que lo creyera, es que  me lo dijo después.
Bueno, han hecho un esfuerzo en acercar a la gente algo menos quemada un producto más homogéneo, que es muy bueno. Frena fantástico y se aguanta de muerte y hasta sus suspensiones larguitas son bastante cómodas. Pero si le tengo que poner maletas y pantalla y “estriberas traseras más confortables detrás” para el acompañante, aunque sea provisionalmente, querría algo así como ese motor con buen par abajo como el del ya desaparecido BMW GS XCountry y…10 caballos más de los que tenía esa moto alemana (50).



 Lo aclaro. Mi actual trail es una Transalp 700. Pesa 225 kilos aprox. y genera 59 CV.Y corre bastante. Ahora viene un prestidigitador, elimina ¡75 kilos!, y la deja con 150…como la KTM DUKE 690. ¿Alguien duda del avión que se convertiría la buenecita Transalp con sus 59 caballos y 150 kilos de peso? Pues esa es mi receta fácil para los que piensan como yo. Porque conseguir caballos es difícil pero bajarlos, no.
Si a esta Duke “Touring” 690 le restaran 10cv,- se quedaría en 60 - puede que no pasara de los 190 kmh y que perdiera algunas décimas en la salida parada, pero de lo que estoy seguro al repartirse la potencia abajo, que es de lo que se trata, es que no habrían conflictos con la gestión de las marchas en curvas ratoneras ni en otras, y se ganaría un mejor y sobre todo limpio empuje desde pocas vueltas con menos vibraciones debido a que se establecería otro decalage más repartido de potencia. Ya me gustaría probarla, ya.
Creo que los tiros no van a ir precisamente por ahí porque me huelo que aumentarán todavía más esa potencia. Una DUKE con 75 o así. Lo cierto es que compradores convencidos KTM los hay y creo que sé por qué. Uno puede ser marquista de grandes firmas como Honda, BMW, Yamaha, etc. Y hasta pueden serles fieles a morir. Pero si te compras una KTM entras a formar parte, más que de una marca, de una familia. Es lo que tiene hacer productos casi artesanales o motos “casi de fábrica” como sabéis algunos. Y si pudierais ver y estar 10 minutos en la nave que tiene KTM en Terrassa, os importaría un pito que la Duke de 70 cv , que lo hace de cine a 6000 rpm no fuera muy fina a 3000. La compraríais allí mismo. Hasta mi amigo Joan se lo está pensando.

UNA SOLUCIÓN MAGICA DE SOLO 50 EUROS

Ya he comentado que el largo desarrollo del cambio en sus primeras marchas es el culpable de que en determinadas carreteras –las del tipo 0 o 1 por ej- el piloto pueda tener bastantes dificultades para gestionar adecuadamente su paso por curva .A pocas revoluciones faltan bajos y lógicamente la conducción, según mi punto de vista, se vuelve agria y añadiría que antipática. Es una pena que todo lo formidable que resulta esta Duke funcionando en el otro lado del cuentarrevoluciones – es realmente adictiva y no tiene rival entre su competencia- quede manchada por…una tontería de 50 euros, que es lo que cuesta cambiar el piñón de ataque por otro con un diente menos. Con las nuevas relaciones más cortas ya no hay curvas 0  que se le atraganten.