![]() |
Dos tamaños, dos cilindradas, pero cada una ofrece lo mejor de si misma |
Un día recibí un e-mail de alguien que solía leer este blog. Como quiera que además de interesarle las motos vivíamos cerca quedamos en tomarnos unas cañas. De eso hace tres o cuatro años y tengo que decir que tuve suerte: encontré un amigo y eso, en mi caso, más que un tesoro como dice el refrán es un chollo ya que me las aguanta todas -es estoico y paciente- y me ayuda cuando lo necesito en estas pruebas que os vengo ofreciendo desde hace 6 años. Un gran aliado del blog, sí señor.
TENER TRES MOTOS POR EL PRECIO DE UNA BMW GS 1200
Joan tiene tres motos, una Triumph Bonneville, una BMW G 650 GS y una pequeña Yamaha TW 200. Las dos primeras las adquirió de ocasión – 5.600 y 6.000 euros- y la otra, hace años, nueva a buen precio -2.900 euros-. Con esa pasta -14.500 euros -se hubiera podido comprar nueva una GS 1200 ... eso sí, pelada. Pero sumó pasiones y eligió la divertida diversidad.
![]() |
Los paseos tranquilos... son una delicia |
Le encanta el clasicismo de la primera, la polivalencia de la segunda y la facilidad de manejo de la tercera. En realidad, esta última -no te sorprendas- es la que más le hace tilín y eso se le nota.
-Es que me subo en la TW y me iría al fin del mundo con ella. !Es tan fácil, tan ligera y además rezuma personalidad por todos lados!.
Es la que usa cada día para moverse en la ciudad pero… se suele escapar con ella por carretera a alguna localidad cercana -40 o 50 kilómetros-, "a comprar el pan". De eso doy fe porque le he acompañado a veces.
Solemos hacer escapatorias cortas con las dos Triumph -la mía también es una Bonneville T 100- algunas veces al mes pero igualmente utiliza y alterna la GS monocilíndrica en las salidas como lo hago yo con la Burgman 650, especialmente en viajes más largos.
Joan las mima a todas y suele hacerles cambios de vez en cuando en forma de pantallas más altas o amplias y manillares diversos en busca de lograr el mejor confort de marcha. En este apartado destaca a la GS con la que dice sentirse más cómodo y mejor ubicado sobre todo en comparación con la Bonneville, moto preciosa pero anatómicamente muy deficitaria y mal diseñada ya que la ubicación del conductor no es una de sus virtudes. La posición de las piernas produce molestias en las ingles de mi amigo. Pero su estilo le encanta aunque lo dicho es cierto y yo mismo he ido modificando sillines (también los anclajes del manillar por este motivo). Las pruebas las tenéis en varios links de este blog.
![]() |
Podría ser el Atlas marroquí ... pero aquí tenemos rincones que te sorprenden cada día. |
En la pequeña TW todo está muy cerca y a mano -es muy corta, con su distancia entre ejes de sólo 1330mm, incluso es menor que la de la Vespa 300 o 125 cc con sus 1370 mm- y sí, las piernas van recogidas pero no en una posición que sea muy incómoda. La altura del asiento coincide con la del scooter italiano -790mm- , o sea que, en ese punto, engaña, no es tan bajita como parece y, sorpresa, la propia GS monocilíndrica es ahí unos milímetros más baja que las dos: 780mm.
Donde las vence por goleada es, aparte de su compacidad, en el peso con sus escuálidos 120 kilos. La BMW sin aceites ni gasolina, en seco, se va a los 175 kilos y la Vespa marca en la báscula 148 kgs. Como referencia, la Triumph Bonneville T100 en esas condiciones pesa 205. La realidad es que uno no circula en una moto sin aceites ni gasolina con lo que a todas hay que sumarles un aumento teórico de peso que podrían ser 25 o 30 kilos más en la inglesa, 25 más en la alemana, 20 más en la scooter italiana y 15 más en la japonesa. ¡Eh!, todo eso a ojo de mal cubero.
Un detallito. La perdición de Joan son los tubos de escapes, aquellos "que suenan" de verdad.
![]() |
Las pistas como estas, anchas, son el mejor hábitat de estas dos motos |
Ese es el tema estrella del que hablamos continuamente y nos divierte no veas cómo. Si por economía o espacio tuvieras tres motos ¿cuáles serían?. Te lo planteo de otra manera: Dispones de 14.500 euros que es la inversión en estos años de Joan,y esto es un blog de aficionados a la moto, pero mucho, mucho. Te obligo a que te compres -elije de segunda mano o nuevas-, tres. ¿A que es “superchachi piruli” imaginar diferentes elecciones? ¿A qué te he excitado la imaginación? Lo sabía, lo sabía.
![]() |
Yamaha TW 200, pequeña pero matona. Tiene más bajos y algo más de velocidad punta que la Suzuki VAN VAN 125.Lástima que el importador ya no la traiga |
![]() |
"LA MOTO QUE VUELA: SUZUKI VAN VAN 125 cc" |
Joan me puede aparecer, por ejemplo, con la Bonneville, la TW y ... un scooter Kymco 400, o la GS 650 , un scooter y la TW, o esta última y una Burgman 650 como la mía y a la que no le hace ascos, o igual cambia de las tres, dos y estrena una Ducati Scrambler de esas que acaban de presentar en Colonia. ¡Jugar, jugar, que es lo que nos toca a nuestra edad porque el mundo se acaba!
¿PERO DÓNDE HAY UNA SUZUKI VAN VAN 125?
Puedo prometer y prometo que he intentado localizar alguna Suzuki Van Van 125 allá donde la hubiera y allá donde me la prestarán por un día para juntarla con la BMW G 650 GS y realizar con ambas esa excursión que estás viendo. Quería la Van Van porque desde que hice su prueba se ha instalado como una de las estrellas de este blog al igual que lo es la BMW g 650 GS -creo que la primera a tenor de las visitas continuas al link y a las opiniones que me dejáis sobre ella-. Con la alemana no había problema: contaba con la unidad que tiene mi amigo Joan, pero de la Van Van no he encontrado en mi área de Barcelona ni una, ni en tienda de ocasión, ni siquiera de ningún particular conocido ni tampoco de las de prensa de la propia Suzuki España en Madrid: “Tenemos que matricular un par de ellas pero ahora mismo no tenemos de pruebas, José María” -me dijo el responsable de Suzuki en Julio.
El amigo Oriol, de Oriol Motos, me dijo que había comprobado que muchos de los que probaban la Van Van por primera vez se llevaban una decepción y no la compraban. Por eso no matriculaba para pruebas más esa original máquina. Yo tengo claro el por qué de la decepción: la falta de cultura motociclista y de información de cierto personal que espera de una moto de 125 con grandes neumáticos y manillar alto poder saltar, hacer caballitos y derrapajes como lo hace una especializada KTM de enduro, o que sea un pepino como la Hayabusa en carretera .
![]() |
Ejem....creo que yo tengo también bastante culpa en ese desaguisado ya que la prueba que hice la titulé: "Suzuki Van Van .La moto que vuela". Y claro, más de uno se debía de imaginar que atravesaría los cielos de Barcelona como ET en la bici. Pues no, no era eso. Lo que quería decir es que en las tiendas duran poco porque las venden rápido. Vuelan. Mírame bien a los ojos. ¿Captas?... ¿captas ahora?. Fíjate si tengo razón que no he encontrado ninguna cerca de mi casa en la zona del Maresme en estos dos meses...
He visto alguna foto haciendo caballitos con alguna Van Van pero lo suyo, como con la TW Yamaha, es el paseo y su disfrute tranquilo, la pequeña moto para casi todo -con sus límites-, su confort en pequeñas distancias, sus aplicaciones en terrenos rurales, pistas fáciles, playas, incluso su uso por carretera ...como lo haría una scooter de su cilindrada. Es una moto comercial que se va vendiendo durante...décadas ya que su origen viene de los años setenta. Su réplica es la Yamaha TW, que en nuestro país Yamaha España la trajo algunos años en versiones de 125, 200, aunque la actual, que se produce en Japón, incorpora el motor de 225cc. Y mira por donde, Joan tenía una 200. Así que tirada la toalla, -...mira, no me vengas con el cuento que tienes una en Blanes o Llavaneras y que me la hubieras dejado porque me voy a cabrear y mucho...decidimos ya que son conceptos muy parecidos o iguales- , era hacer la prueba-salida-excursión con la aventurera -tiene pinta -Yamaha TW 200 que tanto cariño le profesa su amo midiéndola con su otra moto total, la BMW G 650 GS.
NO HAY QUE PONER PUERTAS AL CAMPO...SI LO TRATAS BIEN
La única vez que hemos rodado por pistas de tierra juntos fue hace un par de años cuando yo tenía una Transalp 700 y Joan había estrenado -buena compra de ocasión- su GS monocilíndrica. Salimos del asfalto y nos internamos en unas pistas de tierra que, de vez en cuando, se complicaban algo. Ya entonces me quedó claro que con un aparato que pesa 230 kilos, revestido de fibras y con un gran carenado -sobretodo aquella Transalp- en marcha, nunca acabas de estirar la sonrisa pensando en el grado de estropicio ante una fortuita resbalada. Lo pasamos bien pero lo podíamos haber pasado mejor.
![]() |
La BMW G 650 GS es una moto consistente, práctica y super probada. |
Hace unos días salimos desde la casa de mi amigo, yo a bordo de la GS y él en la peque TW, con la intención de tomar una carretera asfaltada de curvas y en un momento dado internarnos en una zona de pista transitada habitualmente por tractores y vehículos TT. La carretera la conocemos bien ya que es la nuestra habitual de entrenamiento y hay que decir que somos privilegiados por poder disfrutar de la moto recorriendo los lugares que nos rodean que están plagados de campos , de bosques, de montañas -grandes y pequeñas -y además suele haber poca circulación. En el litoral también tenemos mar pero el movimiento circulatorio por ahí a veces es más complicado. Orrius, Dosrius, La Roca, Cañamas, San Antoni de Vilamayor, Montseny, Santa Fe, etc, son lugares que puede que a algunos no os diga nada pero si sonríes...es que has pasado por ahí.
Para mí, la GS 650 mono no tiene sorpresas. Tuve una y he hecho muchos kilómetros con otras. Sigue siendo la misma moto práctica y consistente, ligera de llevar en carretera, económica de mantenimiento y muy predecible atacando a fondo. Y cómoda, muy cómoda. No es fina de motor a bajas vueltas porque es monocilíndrica y te pide meter la aguja del cuentavueltas por encima de 3000 rpm, pero tiene unos bajos forzudos y estira bien las marchas. Es una auténtica herramienta de trabajo ...y de ocio además de económica.
La carretera era retorcida y las curvas fluían encadenándose una detrás de otra. Una gozada porque la BMW la sientes siempre con tracción y pegada al suelo. Hicimos un alto en el Coll de Parpers y nos cambiamos de montura.UN PONY, DOS PONYS.
Me miré otra vez la TW 200 y la vi “friki” con sus ampulosas gomas pero también bonita. Tanto la Van Van -es parte de su secreto- como la Yamaha atraen las miradas por ese tamaño juvenil a medio crecer y la mezcla desproporcionada de sus gordinflones neumáticos, generando simpatía inmediatamente como lo hace un perro salchicha. Son como exploradoras...boyscouts, eso sí, más capaces de lo que uno piensa. Son ponys muy chulos.
![]() |
Yamaha TW 200, diversión asegurada. |
La sorpresa es que sentado encima no estás mucho más bajo que en la BMW, diría que igual, pero eso sí, inmediatamente te das cuenta del aligeramiento de los kilos. Poca broma, al menos y con los llenos, hay una diferencia de 50 kilos entre una y otra.
El asiento de la Van Van es bastante más cómodo y se sitúa 2cms más cerca del suelo pero, en cambio, su distancia del cárter a tierra es menor (21.5 cm por 26.6 cm) que en el de la TW. El asiento de esta es más estrecho, con menor superficie pero más “todoterrenero”.
Joan le montó un desarrollo algo más largo a la TW pero la verdad es que todo el grupo de transmisión estaba en espera de cambio porque realmente las holguras de la cadena y piñones pedían a gritos que no se los torturara más. Cuando ponga el kit nuevo mejorará su finura de rodaje y ganaría en aceleraciones y velocidad punta. Una transmisión en mal estado en esa moto genera la fuga de 2 o 3 caballos, por las buenas. Por cierto, la TW 200 sale con 15 CV a 8000 rpm y la Van Van 125 con 12 cv.
Quedaban algunos kilómetros de asfalto así que estrujé el cambio en las marchas medias de la pequeña japonesay la verdad daba gustirrinín porque me llegaba el personal sonido de escape logrado por Joan.
Joan le montó un desarrollo algo más largo a la TW pero la verdad es que todo el grupo de transmisión estaba en espera de cambio porque realmente las holguras de la cadena y piñones pedían a gritos que no se los torturara más. Cuando ponga el kit nuevo mejorará su finura de rodaje y ganaría en aceleraciones y velocidad punta. Una transmisión en mal estado en esa moto genera la fuga de 2 o 3 caballos, por las buenas. Por cierto, la TW 200 sale con 15 CV a 8000 rpm y la Van Van 125 con 12 cv.
Quedaban algunos kilómetros de asfalto así que estrujé el cambio en las marchas medias de la pequeña japonesay la verdad daba gustirrinín porque me llegaba el personal sonido de escape logrado por Joan.
Era incluso más bonito que el de la GS, más cantarín. En la pequeña Yamaha todo está en su sitio, todo muy cerca de ti. El manillar es amplío pero muy cercano, tanto que la pantalla puig que le había colocado Joan le quedaba a un palmo de la cara. Hay llegaban pocas turbulencias.
![]() |
Pero os juro que la sensación de “revival” de unos buenos tiempos inundó mi ser. Volvía a llevar una moto como las de antes, las que pesaban poco y entraban en las curvas como demonios, de las que te sentías con el control absoluto ante cualquier tipo de reacción inesperada. El traje a nuestra medida. Las Bultaco Sherpa N, las Ossas Dessert o las Montesas Kenya de los 60 o en los 70, las Yamahas XT 350 o las series XR de Honda ...
Da igual. Levamos tal intoxicación de prestaciones, potencias y sobre todo
...sobrepeso de nuestras motos -a veces pienso que nos han ido engañando con el
marketing- que si te bajas de una trail moderna de 260 kilos y te subes, por ejemplo,
a esta TW que pesa la mitad y comienzas a curvear, lo más probable es que te
pongas a llorar como un niño. Te recomiendo que aparques la emoción, pares, te
seques las lágrimas porque te la puedes dar en la próxima curva. Vale, tu
elefanta tiene 100 cv y ésta 15. Pero llorarás igual.
La pista era amplia aunque pedregosa. De pie en las estriberas tanto con la BMW que con la TW mantenías el control y equilibrio mejor. Antes de entrar en el camino de tierra bajamos cuatro o cinco décimas las presiones, aunque los neumáticos que calzaban ambas, 80 % de asfalto, no eran la mejor opción para hacer gilipolladas y como se vio se quejaban en forma de desplazamientos más que razonables, avisando que ojo al parche.
La GS, en esa pista larga que veis en la foto, se muestra aplomada llegando a sus mandos buena sensación de control. Las presiones de las gomas algo más bajas contribuyen a ello. La TW va bien asentada con sus gruesos donuts intentando adaptarse al rocoso camino y sus suspensiones, ambas de 150 mm, (mejor todoterrenora que la Van Van en ese sentido) ampliadas por los generosos balones de goma, cumplen bastante bien. Sin embargo, la agilidad que le dan sus cercanos ejes en recovecos y curveo, en recta la vuelven más nerviosa, cosa que conviene no olvidar. Frena correctamente de delante y no muy bien de atrás con su tamborcito clásico. La GS, en su línea, bien pero sin olvidar que nos traslada una moto de casi 200 kilos. Por eso, como en la vida, todo va bien hasta que deja de ir bien. Después de una parada fotográfica, el camino, miau, se presentaba incierto ya de entrada. Estrecho, de bajada pronunciada y con “rierales” enmarañados y marcados por el agua de las últimas lluvias. Para pensárselo.
Bueno, estábamos allí y no éramos -en el fondo no estábamos seguros de eso- unas nenas. Así que pasé delante hasta ...que apareció lo irremediable. A través de un enorme agujero pude ver el infierno y antes de hundirme para siempre en él opté por dejar hacer resbalar la TW hacia el suelo tan suavemente como pude y bajarme de ella antes. Al girarme vi a mi compañero con la moto acostada en la misma posición de pie y mirándome con cara de Melitón Pérez. Yo no sé por dónde hubiera pasado la boca del infierno Laia Sanz con esas motos pero pagaría por verlo. Que seguro que lo haría. ¿Con que neumáticos mixtos asfalticos para todo, eh? Moraleja: los mixtos, para asfalto, bueeeena tierra y para el bocata de jamón y queso.
Seguir el caudal de un río por una pista es una delicia y es lo que a continuación hicimos. Y hasta se nos apareció lo mejor que se le podía aparecer a la TW: ¡bancales de arena! !Es para lo que se inventó¡ !La playa!. Nunca he pasado tan seguro por ahí. Flop, flop, flop, suspiraban con gusto sus gordotes neumáticos.
Pasamos una montaña por pistas en buen estado y el paseo lo acabamos en el mar, tomando la carretera hacia casa. La BMW G 650 GS se encontró en su mejor salsa. Una excelente y confortable moto de carretera que se puede asomar por caminos civilizados. A la TW no le conseguí verle más de 100 kmh en su marcador y vibraba bastante. Estoy convencido de que cuando se le cambie el kit de transmisión todo va a ser diferente. Me apostaría a que hace puntas -al menos de marcador- de 120 km/ y, desde luego, con un rodar mucho más suave.
Dos motos amigas. Podrías empezar de joven con una y acabar de veterano con la otra. O al revés. O tener las dos.
La pista era amplia aunque pedregosa. De pie en las estriberas tanto con la BMW que con la TW mantenías el control y equilibrio mejor. Antes de entrar en el camino de tierra bajamos cuatro o cinco décimas las presiones, aunque los neumáticos que calzaban ambas, 80 % de asfalto, no eran la mejor opción para hacer gilipolladas y como se vio se quejaban en forma de desplazamientos más que razonables, avisando que ojo al parche.
La GS, en esa pista larga que veis en la foto, se muestra aplomada llegando a sus mandos buena sensación de control. Las presiones de las gomas algo más bajas contribuyen a ello. La TW va bien asentada con sus gruesos donuts intentando adaptarse al rocoso camino y sus suspensiones, ambas de 150 mm, (mejor todoterrenora que la Van Van en ese sentido) ampliadas por los generosos balones de goma, cumplen bastante bien. Sin embargo, la agilidad que le dan sus cercanos ejes en recovecos y curveo, en recta la vuelven más nerviosa, cosa que conviene no olvidar. Frena correctamente de delante y no muy bien de atrás con su tamborcito clásico. La GS, en su línea, bien pero sin olvidar que nos traslada una moto de casi 200 kilos. Por eso, como en la vida, todo va bien hasta que deja de ir bien. Después de una parada fotográfica, el camino, miau, se presentaba incierto ya de entrada. Estrecho, de bajada pronunciada y con “rierales” enmarañados y marcados por el agua de las últimas lluvias. Para pensárselo.
![]() |
Joan y sus dos queridos "TOYS" |
Bueno, estábamos allí y no éramos -en el fondo no estábamos seguros de eso- unas nenas. Así que pasé delante hasta ...que apareció lo irremediable. A través de un enorme agujero pude ver el infierno y antes de hundirme para siempre en él opté por dejar hacer resbalar la TW hacia el suelo tan suavemente como pude y bajarme de ella antes. Al girarme vi a mi compañero con la moto acostada en la misma posición de pie y mirándome con cara de Melitón Pérez. Yo no sé por dónde hubiera pasado la boca del infierno Laia Sanz con esas motos pero pagaría por verlo. Que seguro que lo haría. ¿Con que neumáticos mixtos asfalticos para todo, eh? Moraleja: los mixtos, para asfalto, bueeeena tierra y para el bocata de jamón y queso.
Seguir el caudal de un río por una pista es una delicia y es lo que a continuación hicimos. Y hasta se nos apareció lo mejor que se le podía aparecer a la TW: ¡bancales de arena! !Es para lo que se inventó¡ !La playa!. Nunca he pasado tan seguro por ahí. Flop, flop, flop, suspiraban con gusto sus gordotes neumáticos.
Pasamos una montaña por pistas en buen estado y el paseo lo acabamos en el mar, tomando la carretera hacia casa. La BMW G 650 GS se encontró en su mejor salsa. Una excelente y confortable moto de carretera que se puede asomar por caminos civilizados. A la TW no le conseguí verle más de 100 kmh en su marcador y vibraba bastante. Estoy convencido de que cuando se le cambie el kit de transmisión todo va a ser diferente. Me apostaría a que hace puntas -al menos de marcador- de 120 km/ y, desde luego, con un rodar mucho más suave.
Dos motos amigas. Podrías empezar de joven con una y acabar de veterano con la otra. O al revés. O tener las dos.
![]() |
Joan no tiene whatsapp pero tiene tres motos.
-“Esta salida me ha servido de algo. ¿Qué tal los Dos Mares?”-, me dijo al acabar nuestra rodada montañera. ( Los Dos Mares son una clásica excursión pirenaica que sale de Rosas -pueblo Mediterráneo- y llega a San Sebastián -Mar Cantábrico ).
“Por supuesto, yo con la TW"- añadió Joan.